Las ventajas de viajar en otoño

En vísperas del frío invernal, viajar en otoño representa ese momento de transición que inunda las calles de hojas y nos revela un mosaico de paisajes espectaculares. Lejos de la odiosa masificación de turistas, los meses de septiembre, octubre y noviembre dejan atrás el sofocante calor del verano para dar pie a ofertas, promociones y destinos más baratos, tanto en el hemisferio norte como en el sur. Son sólo algunas de las ventajas de viajar en otoño. 

Es precisamente esta mayor disponibilidad la que nos invita a soñar con ese merecido descanso fuera de casa y dejando de lado el estrés cotidiano. ¿Qué sitio te gustaría visitar? Las opciones son muchas y para todos los gustos. Viajar en otoño con su clima más fresco, brumas montañosas o rodeados de valles misteriosos y playas paradisíacas, es algo que debes experimentar. Entonces surge la pregunta ¿por qué no hacerlo?

Viajar en otoño es más barato

Una de las mayores ventajas de las escapadas otoñales la puedes apreciar en tu bolsillo, porque destinos conocidos y no tanto se vuelven más económicos debido a una menor demanda. Si alguna vez has querido visitar el imponente Gran Cañón, el parque Yosemite con sus enormes secuoyas, la grandiosidad de Yellowstone o alucinar con el Monument Valley, no tienes mucho qué pensar.
Las ventajas de viajar en otoño
Una vez que te deshagas de esa sensación de apuro, de querer encontrar ofertas de último minuto o estar pendiente de las alertas en las redes sociales, puedes relajarte. Piensa en ese destino que de siempre escuchabas en las anécdotas de viajes de conocidos y te decías: “Me encantaría estar ahí”. A diferencia de otros meses del año, en esta época puedes costear esa gran aventura que has dejado en stand by.

Despreocúpate por la masificación

Si eres de las personas que rehúyen las masas de personas tomando fotos, con sus mapas en la mano o los enjambres que siguen a los guías, el otoño está hecho a tu medida. Con el reinicio de clases, te puedes dar el lujo de pasearte por las calles de Milán, degustar las delicias que te ofrece la campiña toscana o apreciar en todo su esplendor la zona sur de los Alpes franceses.

El fin de las vacaciones de verano también puede propiciarte una buena dosis de calidez humana, sonrisas, tradiciones milenarias, templos ancestrales y comidas exóticas. Es el momento ideal para recorrer la Gran Muralla China, Pingyao o Fenghuang. Otras opciones maravillosas por su belleza natural e histórica son Tokio, Kyoto, Bangkok y las mejores playas de Tailandia como Koh Tao o Krabi.

Aprovecha una mayor disponibilidad

A menudo nos refrenamos de viajar porque tenemos que invertir demasiado tiempo planeando y buscando esa oferta que finalmente podamos pagar. Para tu fortuna, con el marchitar de las hojas van cayendo poco a poco los vuelos atestados, los sitios menos atractivos e incluso los precios. Aparecen ante ti amarillos, rojos y marrones vivos revelándote que la oportunidad es ahora.
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¿Quieres conocer Machu Pichu? Es buena oportunidad para hacerlo, porque la temperatura es templada, hay pocos turistas y además puedes aventurarte en la hermosa escenografía peruana. Y si estás de humor para algo más cosmopolita, Nueva York es particularmente agradable durante el cambio de estación, imagina caminar por Central Park y ver las hojas cobre caer de los arboles mientras pasas.

Deja que la magia te contagie

Todo lo anterior es bienvenido para cualquiera que trabaja arduamente durante el año y necesita ese solaz imperativo para recargar fuerzas y volver con otra perspectiva del mundo. Para muchos viajar es un lujo, pero también puede ser un infinito placer.

En las palabras inmortales de Shelley: “Hay un armonía en otoño, y un brillo en su cielo, que durante el verano no se escucha o se ve, como si no pudiera ser, como si nunca hubiera sido”.

¿Después de todo esto dudas de las ventajas de viajar durante esta estación?