Influencers viajeros: personas que cuentan con cierta credibilidad sobre un tema en concreto, en este caso viajes y que por su presencia e influencia en redes sociales puede llegar a convertirse en un prescriptor muy rentable para una marca
Los hay especializados en viajes por el mundo o en un país, los hay de moda, de cocina, de belleza, de tecnología, valen todos los temas, pero no cualquiera aporta el valor añadido que el público busca para hacerse con millones de seguidores
Apasionados de la moda, de la fotografía, de los viajes o todo a la vez, lo que está claro es que su pasión les ha servido para ganarse y muy bien, la vida. ¿se puede pedir más?
Suelen abarcar varias redes sociales a continuación te mostramos los 5 mejores influencers viajeros de Instagram, no te los pierdas, cuando talento pasión y entrega se unen, el resultado es excepcional
ALANXELMUNDO
Este mexicano recorre el mundo en busca de nuevas experiencias e incentiva a otros a hacerlo. Su canal en YouTube es un éxito, teniendo 936.795 suscriptores y 126.575.522 de visualizaciones
Su principal valor es el respeto, agradecimiento y admiración por otras culturas y sobre todo la honestidad con la que muestra sus viajes ya que no hace reseñas de lugares ni negocios que no hayan sido de su agrado.
MURADOSMANN
Murad Ossman es uno de los Instragrammers más conocidos contando con 4.6 m de seguidores. Este productor ruso de vídeos musicales recorre el mundo junto a su novia, la modelo rusa Natalia Zakharova.
El valor añadido que le diferenció del resto fue que en todas sus fotos aparece ella tomándole la mano mientras hace la foto. El escenario de fondo siempre es espectacular: ciudades emblemáticas, paisajes impresionantes, lugares exóticos. Y en todas ellas, Murad sigue a su novia hasta el fin del mundo.
LOVELYPEPA
Moda y viajes se juntan para conseguir el abrumador éxito de Lovely Pepa. Estudiante de ADE y Derecho arrepentida convierte en oro todo lo que toca, o con lo que posa. En su Twitter tiene más de 75.000 seguidores, 500.000 likes en Facebook y 1,4 millones de ‘Pepadictos’ en Instagram.
Sus comienzos fueron en 2009 cuando esta joven gallega no dudó en abrir su propia página web movida por la pasión que sentía en aquel entonces por el mundo de la moda. Aunque su estilo siempre ha sido sencillo, los primeros looks de la blogger española brillaban por la ausencia de firmas de lujo. Hoy en día Céline, Fendi, Chanel o Dolce & Gabbana la acompañan a todas horas
DOYOUTRAVEL
Jack Morris (@doyoutravel) y Lauren Bullen (@gypsea_lust) son una pareja de fotógrafos de viajes que comparten sus obras en sus cuentas de Instagram.
Viajar por el mundo 365 días al año sería para la mayoría de los mortales un sueño. Que encima le pagaran a uno un dineral por hacerlo, sería ya el no va más. Pues es a lo que se dedica la joven pareja, guapa, resuelta y suertuda que lleva un año pegándose la gran vida cruzando de un lado a otro el planeta.
A veces tomar una decisión en el momento adecuado puede ser un gran golpe de suerte, Jack Morris, trabajaba limpiando alfombras en Manchester cuando un día se hartó y voló (en avión, no en alfombra) a Bangkok (Tailandia). Lauren Bullen (Australia, 24 años) era la ayudante de un dentista
No se si es oro todo lo que reluce, pero desde luego son la envidia (sana) de una vida ideal
MOLAVIAJAR
Adrián Rodríguez (Adri) y Gosia Bendrat (Gosi) crearon el blog a finales del 2008 para que sus familias y amigos pudieran seguir sus peripecias por el mundo y, en especial, el viaje que realizaron por el sudeste asiático en 2009. Desde entonces no han parado de viajar, llegando a realizar una vuelta al mundo de 8 meses.
Comenzaron sus viajes en modo “pareja sin hijos” y ahora sus dos hijos, Daniela y Oliver les acompañan, el pequeño de la familia, de apenas 3 meses.
Cuentan con un blog con un montón de consejos y lo mejor, videoguías de los países en los que han estado, su canal de youtube tiene 182.471 suscriptores y 11.889.015 visualizaciones, por no hablar de las redes sociales.
En definitiva son claro ejemplo de que se puede viajar con niños pequeños, y no precisamente “a la vuelta de la esquina”